domingo, 3 de agosto de 2014

Cinco recomendaciones para aquellos que no tienen bazo



El bazo es un órgano que hace las veces de reservorio de sangre y está situado en la cavidad abdominal de los seres humanos. Cumple con funciones importantes tales como la destrucción de glóbulos rojos obsoletos y la defensa inmune frente algunos gérmenes específicos. Situaciones como traumatismos, enfermedades de la sangre o malformaciones congénitas pueden desembocar en una inevitable y salvadora extirpación quirúrgica  -esplenectomía- o  bien en una alteración en su funcionamiento.  Sin el bazo, o con asplenia, la vida continúa. William Schaffner, médico de la universidad norteamericana de Vanderbilt, publicó una revisión del tema en el último número de la revista médica New England Journal of Medicine (NEJM). Aquí cinco recomendaciones para aquellas personas que pasan por tal situación:

1)Solicite a un médico que le indique vacunas contra ciertos gérmenes.
Existen algunas bacterias tales como el Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y la Neisseria meningitidis que habitualmente en el bazo la pasan mal. Vehiculizadas por la sangre no logran sortear el operativo cerrojo propuesto por este órgano y suelen sucumbir ante la respuesta inmunitaria desencadenada por anticuerpos. En situaciones de asplenia se debe recurrir a vacunas si se quieren evitar neumonías, meningitis o infecciones generalizadas. También está indicada anualmente la vacunación antigripal, dado que el virus Influenza puede predisponer a la aparición de infecciones bacterianas por Staphylococcus aureus.

2) Siempre que presente fiebre consulte precozmente al médico y avise que tiene asplenia.
No se deje estar. El aumento de la temperatura puede ser un indicador de alguna infección bacteriana subyacente. Son numerosos los estudios científicos que dejan en claro que el inicio temprano de antibióticos mejora el pronóstico y evolución de diversas enfermedades generadas por bacterias.

3) Pida algunas pautas de manejo inicial en caso de que no pueda llegar de manera rápida a una consulta médica.
Ante un cuadro febril en un paciente asplénico lo recomendable es que reciba atención médica dentro de las dos horas de iniciado el cuadro. Algo no siempre factible. En dicha situación contar con algún antibiótico prescripto previamente para tal fin por un médico puede ser de utilidad. Permite un inicio temprano de la antibioticoterapia, pero de ningún modo suplanta la consulta posterior al facultativo.

4)  No minimice episodios como mordeduras de perros o picaduras de garrapatas.
Los animales citados pueden ser transmisores de bacterias que potencialmente generan complicaciones severas. El tratamiento antimicrobiano profiláctico minimiza los riesgos en pacientes que no cuentan con el bazo.

5)  Discuta con su médico las ventajas y desventajas de emplear antibióticos de manera preventiva.
Según la información aportada por NEJM, niños con asplenia menores de 5 años, pero también aquellas personas que -independientemente de la edad- se encuentran dentro de los 2 años  posteriores a una esplenectomía o sufrieron complicaciones graves, como infecciones generalizadas, pueden beneficiarse con la puesta en marcha de una profilaxis antibiótica. Las decisiones deben ser individualizadas y el asesoramiento de un profesional aquí es vital.

A pesar de la asplenia la vida sigue. Con menos complicaciones médicas, más tranquila y previsible si se tienen en cuenta las recomendaciones brindadas por Schaffner.

No hay comentarios:

Publicar un comentario