jueves, 4 de abril de 2013

Vinculan al tabaquismo con un mayor riesgo de padecer disfunción eréctil




A contracorriente de un conocido tango, fumar no parece ser ningún placer.  Entre las ya conocidas enfermedades cardíacas, pulmonares o renales que han sido vinculadas al nocivo hábito se posiciona gracias a un mayor peso en las evidencias la disfunción eréctil.

Un hombre que fuma tiene un 51% más de riesgo de no llegar a tener, o mantener, una erección durante una relación sexual en comparación con los que nunca fumaron. Para aquellos que abandonaron el hábito el riesgo es un poco menor: asciende al 20%. Lo anteriormente comentado surgió de un estudio publicado recientemente en la revista PLoS one.

Allí se reflejó como un grupo de científicos liderados por Shiyi Cao, investigador de la Universidad Huazhong en China, decidieron analizar ocho estudios previos que abordaban este tópico e involucraban a más de 28.000 personas. Con la conclusiones de su trabajo no hacen otra cosa que sumarse al coro de voces que entonan esas estrofas que dicen que fumar no es un placer, tampoco es genial, ni mucho menos sensual.

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